El matrimonio y la inmigración a otro país son decisiones transcendentales en la vida de cualquier persona, puede darse el caso que durante una visita a los Estados Unidos a un turista se le presente la oportunidad de contraer matrimonio con un ciudadano americano, de ser así, el extranjero sí puede casarse con una visa de turista.
Las 2 situaciones que se pueden presentar
No obstante el matrimonio por sí solo no tiene efectos migratorios y el turista debe salir del país antes del vencimiento de su visa como indica la ley. Sí la pareja toma esta opción, posteriormente el ciudadano americano pediría a su cónyuge a través de un proceso consular, quien debe esperar fuera de los Estados Unidos por la entrevista para obtener la visa de inmigrante.
Sin embargo, ocurre también, que el turista viaja a los Estados Unidos, se casa con un ciudadano americano y se queda en el país mientras se realizan los trámites migratorios, en esta situación es importante que los involucrados conozcan las repercusiones que tiene esta decisión, especialmente sí desean vivir en los Estados Unidos y solicitar el estatus de residente permanente para el cónyuge extranjero.
Ajuste de estatus
Sí el cónyuge extranjero se queda a vivir en los EEUU, el ciudadano americano inmediatamente debe iniciar el proceso de solicitud de documentos para que pueda trabajar y residir legalmente en el país y se realice el ajuste de estatus por razones de matrimonio.
En este punto, se pueden presentar problemas al momento de solicitar la visa por matrimonio, en vista que se debe demostrar satisfactoriamente que llegó al país como turista, solo con intención de viajar y que la decisión de casarse fue espontánea. Los matrimonios celebrados en los 90 días siguientes del ingreso a EEUU con el objeto de pedir un ajuste de estatus son un fraude ante la ley de acuerdo a lo establecido en la regla de los 90 días.
¿Qué es la regla de los 90 días?
Es una normativa del Departamento de Estado que establece que sí un extranjero realiza actividades inconsistentes con la visa solicitada dentro de los 90 días siguientes de entrar a los EEUU es una “tergiversación deliberada” y se puede presumir que cometió fraude o mintió intencionalmente al momento de solicitar la visa.
Uno de los hechos que presupone “tergiversación deliberada”, es casarse con un ciudadano estadounidense y residir en los EEUU con visa de no migrante, como es la visa de turista. En consecuencia, la renovación de una visa o el cambio de estatus migratorio pudiesen ser negados y de encontrarse en los Estados Unidos el extranjero podría ser objeto de deportación.
Otro aspecto a tener en cuenta es que mientras dure este proceso, la estancia del cónyuge extranjero no está cubierta desde el punto de vista migratorio con una visa, por tanto, sí sale del país, con o sin permiso, antes de recibir la tarjeta de residente, es probable que al regresar se le prohíba la entrada.
Finalmente, las personas que están en esta situación no deben perder de vista la posibilidad de contactar con un abogado experto en inmigración que estudie su caso en particular para que su decisión de casarse se realice exitosamente.